La ciudad de Lhasa es el corazón de la Región Autónoma del Tíbet y el lugar ideal para vivir la tradición tibetana. Uno de sus principales puntos de visita es el templo supremo del budismo tibetano, llamado Johkang. Este es un lugar especial que fue erigido durante el siglo VII durante el gobierno del primer rey budista del Tíbet.
También está el hermoso Palacio de Potala, formado por un complejo de edificios con más de 1000 habitaciones. Durante mucho tiempo fue la residencia del Dalai Lama y el gran centro de poder del lamaísmo.
Quienes suben los 2.000 escalones del palacio obtienen una vista única de las montañas y del centro de Lhasa. Para cerrar con llave de oro, merece la pena hacer una excursión al Monasterio de Sera. Es una especie de escuela de graduación para monjes budistas tibetanos. Ver a los monjes en su proceso de aprendizaje es una experiencia única.
Mejor época para viajar a Lhasa
La mejor época para visitar Lhasa es entre mayo y octubre, cuando las temperaturas son más suaves. Sin embargo, es importante recordar que la altitud de la ciudad puede hacer que el clima sea impredecible, así que siempre esté preparado para cambios repentinos.
Cómo llegar a Lhasa
Hay varias formas de llegar a Lhasa, la capital del Tíbet. La forma más popular es en avión, pero también es posible llegar en tren o autobús.
Dónde hospedarse en Lhasa
Hay muchas opciones de alojamiento en Lhasa, desde hoteles de lujo hasta hostales económicos y casas de huéspedes. Si viaja con un presupuesto limitado, puede encontrar habitaciones compartidas por menos de $ 10 por noche.
Cómo moverse en Lhasa
La forma más popular de moverse por Lhasa es en taxi o autobús. Sin embargo, la ciudad también es bastante accesible a pie, así que no dudes en explorarla a pie si tienes tiempo.
Qué hacer en Lhasa
Lhasa está llena de atracciones turísticas, desde templos y monasterios budistas hasta museos y parques. Si tiene tiempo, asegúrese de visitar el Palacio Potala, el Templo Jokhang y el Parque Norbulingka.
Dónde comer en Lhasa
Lhasa ofrece una amplia variedad de opciones gastronómicas, desde restaurantes tradicionales tibetanos hasta restaurantes internacionales. Si buscas algo especial, no dejes de probar el bistec de yak o el momo, plato típico de la región.
